Es la única de nuestras fincas que no es de herencia familiar sino adquirida por compra. Hasta hace pocos años estaba llena de olivos pero en 2004, una vez transformada y abancalada, se plantaron 3.100 cepas bordes que en invierno del 2006 fueron injertados, 1.200 de garnatxa negra y el resto de syrah.